Visitas:85 Autor:ORIES Hora de publicación: 2018-04-17 Origen:Sitio
Si bien las chanclas brindan al usuario una protección leve contra los peligros en el suelo, como arena caliente en la playa, vidrio, tachuelas o incluso hongos y virus que causan verrugas en los vestidores o piscinas comunitarias, su diseño simple es responsable para una serie de otras lesiones del pie y la parte inferior de la pierna.
Caminar durante períodos prolongados en chanclas puede ser muy duro para los pies, lo que provoca dolor en los tobillos, piernas y pies. Un estudio de 2009 en la Universidad de Auburn encontró que quienes usaban chanclas daban pasos más cortos y sus talones golpeaban el suelo con menos fuerza vertical que quienes usaban calzado deportivo. Se recomienda a las personas con pie plano u otros problemas en los pies que usen un zapato con mejor soporte.
Algunos creen que la falta de apoyo proporcionado por las sandalias de dedo es una de las principales causas de lesiones. Algunas chanclas tienen una suela esponjosa, lo que hace que el pie ruede más hacia adentro de lo normal cuando toca el suelo, una acción llamada pronación excesiva, que es responsable de muchos problemas en los pies. Las chanclas pueden hacer que una persona haga un uso excesivo de los tendones de los pies, lo que resulta en una tendinitis.
Los esguinces de tobillo o los huesos rotos también son lesiones comunes, debido a que se bajan de una acera o se caen; el tobillo se dobla, pero la chancleta no lo sujeta ni lo sostiene. Las correas de las sandalias pueden causar problemas de fricción, como frotarse, al caminar. La naturaleza de los dedos abiertos de las tangas puede provocar cortes, raspaduras, moretones o golpes en los dedos de los pies. A pesar de todos estos problemas, no es necesario evitar las chanclas por completo. Muchos podólogos recomiendan evitar las variedades baratas de las farmacias y gastar más en sandalias con suelas acolchadas gruesas, así como en las que tienen una correa que no es de lona y que llega casi hasta el tobillo.